El Campeón de la WWE Randy Orton hizo buena la teoría científica de la selección natural de Charles Darwin al derrotar a Sheamus, demostrando los rasgos de un verdadero depredador en Hell in a Cell. En circunstancias poco naturales para él, ya que estaba encerrado en una estructura de acero, La Víbora confió en su innato instinto asesino para mantenerse en lo más alto de la WWE.
Randy Orton ya es un luchador bastante peligroso por sí mismo. Basta con preguntar al mítico Chris Jericho... aunque para eso habrá que esperar a que se recupere de la patada en la cabeza que el Campeón de la WWE le propinó hace una semana. Así que si dejas que La Víbora se acostumbre a las nuevas circunstancias, lo normal es que la jaula de acero en la que compitió se convirtiera en un auténtico infierno.
Uniendo los métodos más tradicionales de ataque con una brutalidad reforzada en el acero, los dos hombres que luchaban por el título de la WWE desataron sus ataques más viles y crueles contra su rival. Los mecanismos internos del Campeón de la WWE para su supervivencia parecían obligarle sólo a amplificar el dolor que infligía a su rival de origen irlandés.
Por el contrario, en su primera presencia en un Hell in a Cell Match, Sheamus pareció encontrarse muy cómodo dentro de la estructura de acero, que incluso utilizó como arma contra Orton.
Sillas de acero, escaleras de acero, paredes de acero... El Guerrero Celta luchó incansablemente por la oportunidad de conquistar de nuevo el título de Campeón, pero la velocidad de Orton y un RKO desde lo alto de las escaleras decidieron la pelea.
Orton poseía la experiencia de dos combates anteriores en una estructura de acero, lo que al final resultó ser una ventaja definitiva en el American Airlines Center de Dallas. El Asesino de Leyendas salió de Hell in a Cell con la victoria sobre Sheamus, reteniendo el título con merecimiento.
Ahora, Orton afrontará una gran cantidad de desafíos en el futuro, ya que todos querrán hacerse con su preciado cinturón. ¿Quién se convertirá en su próxima presa?
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