Vino, vio... y venció a CM Punk. A pesar de que sigue sintiendo los efectos del ataque perpetrado por Kane, Undertaker sacó fuerzas de flaqueza para hacer un buen trabajo contra el líder de la Sociedad de las cosas bien hechas. Después de tumbar a Punk con un chokeslam, parecía que todo había terminado, pero Punk logró salir airoso del primer intento de pinfall. A continuación, el Enterrador intentó ejecutar un tombstone, pero Punk respondió con su GTS. Al final, Undertaker tuvo que echar mano de la artillería pesada y dominó a su rival con su maniobra de sumisión favorita, las Puertas del Infierno, para obligar a Punk a rendirse y hacerse con la victoria.
Después de la pelea, la risa maníaca de Kane se hizo eco en todo el pabellón mientras las llamas ardían alrededor del ring. Su presencia se hizo sentir, pero nunca se le llegó a ver en Baltimore. La pregunta persiste entre los aficionados de la WWE: ¿aceptará Kane el reto de Undertaker para hacer que su combate en la Noche de Campeones sea bajo las estipulaciones de un No Holds Barred Match?
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